Las más exitosas adaptaciones cinematográficas de comics de Marvel tenían como protagonistas a las estrellas de la editorial: los X-Men, Iron Man, Capitán América, Thor, Hulk… Héroes con conflictos, pero héroes al fin. El pasaje al cine de Guardianes de la Galaxia, estelarizada por un grupo tan conflictuado como antiheroico, resultaba una incógnita. Las dudas de los fanáticos se fueron despejando al anunciarse al equipo creativo detrás del proyecto, que hoy puede ser disfrutado en la pantalla grande.
Peter Quill (Chris Pratt): cazarrecompensas oriundo de la Tierra, carismático, atractivo, gracioso, fanático de la música vintage que escucha en su walk-man. Gamora (Zoe Saldana): bella, letal, capaz de vivir rodeada de sus enemigos. Drax El Destructor (Dave Bautista): fornido, deseoso de vengarse de quienes asesinaron a su familia, incapaz de interpretar una metáfora. Rocket Raccoon (voz de Bradley Cooper): mapache alterado genéticamente, arrogante, hábil con las armas; un mercenario siempre atento al próximo botín. Groot (voz de Vin Diesel): gigante de naturaleza arbórea, lugarteniente de Rocket, de buen corazón aunque nada tonto. Cinco marginales que irán por un artefacto esférico, en un principio con intenciones monetarias. Pero luego se darán cuenta de que es una poderosa arma y deberán evitar que el temible Ronan (Lee Pace) y su fiel y peligrosa Nebula (Karen Gillan) la usen para destrucciones a gran escala.
Con mínimas referencias al universo de Los Vengadores y ambientada en el espacio, la película es catapultada a un alto nivel gracias a su mezcla de aventura, ciencia-ficción y humor al estilo de las películas de los ’80. Una suerte de Flash Gordon pasada por ácido, pero sin perder su carácter de entretenimiento imparable, para todo público. El gran responsable de esta visión es James Gunn. Nacido en 1970, comenzó su carrera en Troma, la mítica productora clase Z (famosa por El Vengador Tóxico y sus secuelas); allí, entre otras cosas, escribió Tromeo & Juliet. De allí pasó a guionar Scooby Doo y la continuación, y El Amanecer de los Muertos, ópera prima de Zack Snyder, basada en el clásico de George A. Romero. Como director nos dio Slither: Criaturas Rastreras y Super. Guardianes… tiene mucho del espíritu de Gunn, que también es buena parte del espíritu irreverente, imaginativo y políticamente incorrecto de Troma. De hecho, además del acostumbrado cameo de Stan Lee, también aparece de fondo Lloyd Kaufman, culpable máximo de Troma.
Otro acierto es el elenco protagónico, en perfecta sintonía, donde Rocket y Groot se las arreglan para sobresalir. También son destacables las breves pero interesantes apariciones de John C. Reilly, Glenn Close y Benicio del Toro con un look demasiado Mugatu, aquel villano de Zoolander (el actor portorriqueño dijo que su inspiración fue Liberace). Y como prueba de las libertades creativas de las que gozó Gunn, hay papeles para sus actores fetiches, como los enormes Michael Rooker y Gregg Henry.
Mención aparte para la banda sonora, compuesta por éxitos de los ’70, que van de I'm Not in Love, de 10cc, a Cherry Bomb, de The Runaways, pasando por Hooked on a Feeling, de Blue Swede, el tema que desde el tráiler le otorga esa identidad tan especial a la película.
Si no es la mejor de Marvel, Guardianes de la Galaxia sí se consagra como la más alocada, ocurrente, inspirada obra surgida de la empresa. La space opera más divertida desde S.O.S: Un Loco Suelto en el Espacio, de Mel Brooks. Y como si fuera poco, presenta nuevos e inusuales íconos de los blockbusters contemporáneos. ¿Tony Stark y su equipo se cruzarán con ellos en las secuelas? Sucedió en los comics, y todo puede pasar en el cine…