La tan esperada novena película de Quentin Tarantino es una proyecto tan personal que se vislumbra que el principal satisfecho con poder concretarla fue el propio realizador. Homenaje al spaghetti western, a las figuras de acción de fines de los sesenta, al cine que lo formó como realizador. De todo ese se trata “Había una vez… en Hollywood”, además de permitirse reinterpretar uno de los mayores hechos policiales de la factoría de los sueños. No vamos a ahondar en esto último para evitar spoilers, sin embargo, a Tarantino se lo nota conteniendo la violencia típica de propuestas anteriores hasta que decide darle a sus fanáticos una probadita de aquello que estaban esperando. El resultado son casi tres horas de pura celebración al celuloide.