La excusa del asesino serial
Michael Myers continúa con vida a pesar de creérselo muerto. En una cacería letal en busca de terminar con algunos asuntos familiares, Myers se carga a todo lo que tiene delante. Así, Halloween seguirá causando terror cada 31 de octubre.
Por momentos, el film posa su mirada ante Laurie Strode (Scout Taylor-Compton), una joven de vida caótica y disfuncional, que hará las veces de protagonista incluso opacando –en minutos de pantalla, no en destreza visual- al mismísimo Michael Myers (Tyler Mane). Demasiado tiempo se pierde ahondando en psicológicas problemáticas de la fémina que poco hacen a la historia cuando lo que importan, en este tipo de películas, son las desventuras de los serial killers.
Secuela de la remake de Rob Zombie acerca de uno de los personajes más terroríficos del slasher universal, esta película corresponde, en orden cronológico, pese a recordar bastante a la de 1981, a la continuación de la historia de Halloween (2007), también dirigida por el músico metalero y ocasional director. Además, según parece, será su última intervención dentro de la historia del asesino en serie ya que Patrick Lussier (el de la versión Hollywood de Sangriento San Valentín) será el encargado de hacer Halloween III para el 2011.
Con un injustificado Malcolm Mc Dowell (dueño de una de las mejores interpretaciones en cine de la historia con su Alex de Large en La Naranja Mecánica), arrastrando un papel de Halloween (2007) que parece forzar el final de la secuela, y sin mucho que agregarle a la paradigmática saga de John Carpenter, Halloween II (2009) planea ser una vía alternativa de un personaje icono de los 80s pero cuyos mejores recuerdos han quedado en la memoria del nostálgico.
El presente del film del director de La Casa de los 1000 Cuerpos (House of 1000 Corpses, 2003) plantea una acción cinematográfica carente de peso argumental (más allá del disfrute del “terror ochentoso not dead”) que poco tiene que ver con el Myers de los años ’78 al ’86 y mucho con el de Halloween H20: Veinte años después (Halloween H20: 20 Years Later, 1998) para acá.
Algunos de los personajes del largometraje (Sheri Moon Zombie, esposa de Rob, como Deborah Myers; Chase Wright Vanek como el joven Michael y Brad Dourif como el Sheriff Lee Brackett) mantienen el matiz oscuro, entre melancólico y diabólico, que plantea Rob Zombie en sus intervenciones. No es mucho, pero vale la pena mencionarlo.
Pese a “mantener vivo” el espíritu de una leyenda, la película tiene un curioso criterio de vagabundeo y reiteración constante que no la hace más que apenas entretenida. Una lástima. ¡Párenla con los curros!