El universo de Star Wars y sus personajes es vasto y eso Disney lo sabe y lo aprovecha ahora más que nunca. Precuelas, secuelas y spin offs, todo vale cuando se trata de, por un lado conformar al más ferviente fanático que nunca se cansará de que lo continúen alimentando, a que diferentes generaciones sigan conociendo estos mundos, y, por el otro, aprovecharlo como la máquina de hacer dinero que es.
La nueva película del universo de Star Wars nos lleva a conocer los inicios de Han Solo, uno de los personajes icónicos y más queridos en gran parte gracias a la interpretación de Harrison Ford (que hasta se permitió regresar varias décadas después para "The Force Awakens").
En la película en cuestión, dirigida por un ganador de los premios Oscar y alguien que ha sabido llevar adelante blockbusters pero también películas más chicas, Ron Howard, Han Solo es joven y es interpretado por Alden Ehrenreich, un rostro que hasta el momento no era demasiado conocido aunque ha trabajado con Francis Ford Coppola ("Tetro" y "Twixt"), Chan-wook Park ("Stoker"), los hermanos Coen ("Salve César") y Woody Allen ("Blue Jasmine").
“Han Solo: Una historia de Star Wars” se encarga de brindarle no entidad (porque Ford y George Lucas se encargaron de hacerlo) sino un poco de historia y pasado al personaje.
Detalles como cómo consiguió el apellido Solo, cómo fue que consiguió el Halcón Milenario y hasta cómo conoció a su luego inseparable compañero Chewbacca. El film comienza con Han escapándose del planeta donde parece condenado a un mundo de delincuencia para alimentar los bolsillos de alguien más, cualquiera menos el suyo.
Junto a su amada Qi’ra (Emilia Clarke) intentan escaparse, persecución mediante, pero sólo él logra salir.
El tiempo lo encuentra como soldado bajo las órdenes del imperio y allí conoce a otra dupla de delincuentes (unos desaprovechados Woody Harrelson y Thandie Newton).
A Han Solo lo llama siempre la aventura. No puede quedarse quieto, necesita salir y probar(se) que hay algo más allá. Después la trama presenta diferentes situaciones y personajes: entra en escena un villano interpretado por Paul Bettany, el esperado encuentro con Qi’ra, la aparición de Lando Carilssian (un muy carismático Donald Glover), una misión que parece imposible…
Parece ser cierto que a pesar del abandono del proyecto por parte de Phil Lord y Chris Miller aludiendo a diferencias creativas, Ron Howard, con un guión escrito por Lawrence y Jonathan Kasdan (el coguionista de “El Imperio Contraataca” y su hijo), entrega un film de aventuras entretenido y sólido que funciona como unidad más allá de tornarse bastante predecible.
La interpretación de Ehrenreich es bastante buena pero difiere un poco del Han Solo que conocemos, más arrogante y creído. Acá, Solo es más joven y probablemente todavía no vivió todo lo que tuvo que vivir para convertirse en el Solo de Ford. La química entre el actor y Clarke no termina de funcionar y por lo tanto esa relación no logra tomar suficiente entidad.
No están ni R2D2 ni C3P0 ni BB8, claro, pero hay un personaje androide secundario y femenino (dato vital para lo que tiene que decir) que logra generar momentos entre graciosos y simpáticos. A la larga, “Han Solo: una historia de Star Wars” es un entretenido film de aventuras y cumple con esa función de entretenimiento.
Pero al mismo tiempo es uno de los síntomas de la sobreexplotación que la saga está comenzando a sufrir desde que Disney se apoderó de ella. A nivel historia, el film no termina aportando casi nada, más bien detalles. Dentro del universo de Star Wars resulta prescindible.