Continuando con la tendencia de adaptar los clásicos cuentos de hadas y darles un giro más oscuro y no tan infantil (así ocurrió con "La Chica de la Capa Roja" y "Blancanieves y El Cazador"), llega a nuestras salas la adaptación de "Hansel y Gretel", el relato creado por los hermanos Grimm que, de la mano del director noruego Tommy Wirkola y el guionista Dante Harper, nos los presentan de adultos y como cazadores de brujas.
El argumento de la película toma la premisa del relato (los niños, interpretados por Cedric Eich y Alea Sophia Boudodimos, son abandonados por sus padres en el medio del bosque, motivo por el cual se pierden y terminan entrando a una casita hecha de dulces) y plantea qué sucedió después de que los niños matan a la perversa bruja que los había raptado allí para engordarlos y comérselos.
De esta manera, esta producción transforma un antiguo cuento en una moderna narración épica de acción y aventura sin límites cuya historia se desarrolla 15 años después de esa experiencia que cambió las vidas de Hansel (Jeremy Renner) y Gretel (Gemma Arterton) para siempre... y que les dio un gusto por la sangre, ya que se han convertido en feroces y hábiles cazadores de recompensas dedicados a rastrear y eliminar brujas en cualquier oscuro bosque, plenamente decididos a impartir el justo castigo a estos seres con poderes sobrenaturales.
Cuando una cierta cantidad de niños comienzan a desaparecer en el poblado de Augsburg, lo cual está relacionado con un ritual que la Gran Bruja Muriel (Famke Janssen), la villana de turno, debe llevar a cabo bajo la Luna Sangrienta, los protagonistas, repletos de un arsenal de armas y artilugios, afrontan la búsqueda de los pequeños (muy a pesar del Sheriff Berringer, encarnado por Peter Stormare) a la vez que descubren el secreto de su propio pasado.
La revancha sabe mejor que un dulce. La película es super entretenida y su estética es muy parecida a la de "Van Helsing", en la que el personaje que interpretaba Hugh Jackman cazaba monstruos.
Además de incluir los aspectos típicos del cuento, los realizadores se tomaron la libertad de añadirle a la trama otras peculiaridades como que Hansel es diabético por haber comido demasiadas golosinas que la bruja le obligó a ingerir. En cuanto a la utilización de la tecnología 3D, podemos decir que se hace un buen uso de la misma y de manera justificada, ya que la sangre salta a través de la pantalla.