Juana es una adolescente que vive con su padre alcohólico en una chacra enclavada en el monte misionero. Viven una dura vida aislada, marcada por la rutina de la producción de carbón y por el peso de la ausencia de la madre, cuya muerte a temprana edad es un misterio. Juana comienza a sentirse atraída por una zona del monte en la que hay una extraña casa en ruinas, que parece contener alguna clave de ese pasado. Las visitas despiertan en ella una necesidad de saber más sobre lo que pasó. Mientras la búsqueda de la verdad se vuelve más caótica, los sentimientos de Juana por su padre podrían llevarla a tomar una drástica decisión.