Skeeter (Emma Stone) decide narrar la vida de las criadas negras encargadas de la crianza de innumerables generaciones de niños blancos y depositarias de las peores bajezas en una época en donde la segregación racial era moneda corriente.
Tras la negativa por gran parte de las mujeres que administraban los hogares de la clase media más discriminadora, Aibileen (Viola Davis) y Minny (Octavia Spencer) se atreven a realizar lo que nadie imaginaba en la década del sesenta, denunciar encubiertamente a sus patronas. De esta alianza surgirá “The Help”, un libro que narra las desventuras de las empleadas en el sur de Estados Unidos y que enrostra de la manera más cruel y directa las desigualdades sociales.
La transposición de la novela “Criadas y Señoras” tiene más logros de los que se pueden prejuzgar si sólo la consideramos una historia moralizante y aleccionadora apuntada a mujeres de lágrima fácil. La genial musicalización sureña cuenta con el legendario Johnny Cash a la cabeza de un imperdible soundtrack country; la fotografía es bellísima y la composición cromática acorde a aquellos años nos traslada a la época de sufrimiento de toda la comunidad negra; el humor como mecanismo de defensa permite descomprimir la densa atmosfera que se genera con cada una de las maldades que realizan las “damas” de la sociedad (el té para curar el lesbianismo es sólo un ejemplo).
En medio del discurso de Skeeter se nos podrían colar los pensamientos cerrados y conservadores preguntándonos hasta dónde estamos autorizados a opinar de un época en la que no nos tocó vivir, sin embargo el guión se planta en la postura de aquellos años, sin juzgar desde el presente.