Ni diez años pasaron para que decidieran que hacía falta hacer una nueva versión del videojuego. Esta vez el protagonista es el británico Rupert Friend (actor británico que no tiene muchos roles memorables aún, pero inolvidable en Pride and Prejudice o The Young Victoria). Lamentablemente en esta película nunca podrá lucirse.
Este agente 47 es un humano casi robot, ya que fue modificado genéticamente tanto que se eliminaron de él sensaciones como el miedo, el dolor y, claro, el amor, para poder ser un asesino profesional sin que nada se entrometa en su camino. Y la actuación de Rupert es justamente así, apática, el actor nunca expresa nada.
El gran Zachary Quinto como villano podría haber sido una buena incorporación pero su personaje, también robotizado, está más cerca de una película clase b, de la cual a nivel técnico esta película parece querer alejarse. Pero las escenas de muerte (me gustaría que la trivia de imdb me diera la información del body count que da para tantas películas, porque debe ser un número interesante) son bastante ridículas.
Déjenme ser honesta. Toda la película es bastante ridícula. Predecible y de diálogos tontos e interpretaciones acartonadas. Si tuviera que mencionar algo a favor de la película, sólo puedo mencionar un par de escenas musicalizadas con bastante onda. Si de eso se pudiera hacer una película... pero la acercan más a una publicidad de autos que a una película de acción.
No, Hitman falla a la hora de presentar personajes y de crear conflicto. Todo suena demasiado ridículo y tonto. Tanto como la mayoría de las escenas de muerte mencionadas a las que hago alusión un poco antes.
Me gustaría decir que al menos sirve para aquel fanático del cine de acción, porque hay buenas peleas y efectos especiales. Me gustaría pero no puedo, es aburrida y sin gracia, desganada. Nadie parece hacer esto con ganas.
Un producto insulso e innecesario.