No había otra manera de llevar al cine un disparatado proyecto militar norteamericano que incluía técnicas relacionadas con el hippismo y la filosofía new age y la absurda acción a la que refiere el título original: matar cabras con sólo mirarlas fijo. El director Grant Geslov se acerca al cine de los hermanos Coen cuando apela al humor absurdo constante en Hombres de mentes y ametralla con una infinidad de gags que no siempre dan en el blanco. La mayor virtud, del director y de la película, es sentar el terreno para que las estrellas de un elenco letal (George Clooney, Jeff Bridges, Ewan McGregor y Kevin Spacey) puedan lucirse y hacerse los payasos a gusto. Y no se puede negar que causa placer ver cómo se divierten haciendo el ridículo.