Hombres de Negro fue el tanque sorpresa allá por 1997, opacando a superproducciones más promocionadas en ese momento. Esta historia sobre una agencia secreta encargada de mantener el orden entre los extraterrestres que llegan a la Tierra tuvo varias claves de éxito: el carisma de Will Smith, su química con Tommy Lee Jones, la dirección del gran Barry Sonnenfeld, un guión divertido y políticamente incorrecto, y criaturas espaciales creadas con CGI y maquillaje, pero que siempre están al servicio de la narración. En 2002 llegó Hombres de Negro 2 que, si bien recaudó millones, no estuvo a la altura de la primera parte debido a que calcaba la premisa de aquella y adolecía de una sobredosis de efectos especiales.
Luego de una década, los Men in Black regresan a la pantalla en Hombres de Negro 3.
Esta vez, J (Smith) y K (Jones) deben enfrentar a Boris, el Animal (Jemaine “The Flight of the Conchords” Clement), un salvaje alienígena dispuesto a vengarse del veterano del dúo por haberlo mandado a prisión 40 años atrás. Y el villano tiene un plan muy concreto para lograr su objetivo: viajará al pasado para cambiar la historia. K desaparece de golpe, producto de una paradoja temporal, y J también deberá ir a 1969 para volver a corregir el destino de su amigo y, de paso, impedir una invasión por parte de Boris.
La película tiene un tono más melancólico ya que toca temas como la amistad, el pasado, la muerte. Todo esto en el marco de una historia entretenida, todavía sin la genialidad ni la frescura de la primera, aunque sin abusar de los FX como la segunda. La mayoría de los chistes están bien o son algo obvios, pero hay dos por encima de todos: un niño que confunde a J con Barack Obama (el presidente de los Estados Unidos dijo que querría a Will para interpretarlo en alguna biopic, cosa que le da sentido a la broma), y el hecho de que Andy Warhol (Bill Hader) resulte ser un Hombre de Negro infiltrado (un acierto, ya que hubiera sido más predecible darle el rol de un ET). Además, hay una mirada ácida de la cultura de fines de los ’60 y la situación político-social de Estados Unidps —hippismo, racismo, etc.— y queda demostrado, una vez más, que la premisa de los viajes temporales nunca pierde su atractivo.
Will Smith se entrega de lleno, como siempre. Tommy Lee Jones, el eterno parco del cine, aparece menos ya que quien más tiempo está en pantalla es su versión de 1969 (Josh Brolin, en una perfecta caracterización). De esta manera, podemos ver que K no siempre fue un amargado agente y que un hecho específico lo marcó para el resto de su vida. Emma Thompson ingresa a la franquicia en el rol de O, la nueva jefa de los protagonistas. Al igual que K, también podremos conocer a la versión juvenil del personaje interpretado por Alice Eve. Lamentablemente, O no es aprovechada en ninguna de las dos versiones, a pesar de haber tenido un romance con K. Por otro lado, Michael Stuhlbarg se roba sus escenas como Griffin, un tierno extraterrestre que ayudará a nuestros héroes. Imposible no mencionar la mínima aunque simpática aparición de David Rasche, siempre conocido por la desopilante serie de culto Martillo Hammer.
Hombres de Negro 3 es un film menor, que funciona en piloto automático pero cumple lo suficiente para divertir un rato. Eso sí: también hace pensar que Sonnenfeld, Smith y Jones podrían haber hecho un producto todavía mejor, como en los viejos buenos tiempos.