Anexo de crítica: Frente a una “máquina del tiempo cinematográfica” tan inocente y hueca como Identidad Secreta (Abduction, 2011) uno no puede contener la sonrisa: si bien hablamos de apenas un vehículo para Taylor Lautner, no por ello deja de ser cierto que la propuesta combina con mucha torpeza los latiguillos de la “saga Jason Bourne” con todos los clichés imaginables de aquellos films de acción/ espionaje de fines de los `80 y principios de los `90. En suma la obra de John Singleton es extremadamente inverosímil, al punto de que pasada la mitad hasta comienza a caer simpática…