EN ESTE CASO, MÁS ES MENOS
Singh siempre tuvo problemas con los guiones de sus películas (The Cell, 2000, Inmortals, 2011) pero su habilidad para filmar escenas de enorme belleza, “salvaban” alguno de sus films. Aquí el guión hace agua por todos lados y un contenido Singh ni siquiera puede deplegar su parafernalia visual para al menos distraer al espectador.
Damian (Ben Kingsley) es un billonario muriendo de cáncer que se somete a un experimento que traslada su conciencia a un joven y sano cuerpo (Ryan Reynolds). Lo que puede sonar a premisa de una mala comedia al estilo “17 Again” (2009) y “13 Going On 30” (2004) en realidad busca ser un film solemne de ciencia ficción que ni sus protagonistas logran creerse.
Una película menor con grandes actores en roles inisgnificantes (Matthew Goode) que por querer abarcar mucho termina apretando poco.