Pablo, un joven de unos 35 años, trabaja en un viejo hospital de la ciudad de Córdoba. Jesi está pisando suelo argentino luego de mucho tiempo al otro lado del Atlántico. Pablo se quedó y construyó un hogar de la forma que mejor pudo. Jesi regresa allí de donde nunca pudo irse. Tras años de silencio y distancia, ellos vuelven a estar juntos, mirándose a los ojos, sirviéndose de espejo, de reflejo de los años que pasaron, de lo que son, de lo que no fueron. Pero allí hay alguien más, alguien que lo inunda todo. Está en el aire, está en sus cuerpos, está en sus ojos