La saga Divergente con un poco más de acción en esta entrega que lo que fue su predecesora pero con los mismos agujeros de plot. Más Winslet, más budget, más set pieces, menos desarrollo de personajes que en la primera y actores afianzados en sus roles que -dicho sea de paso- no les exigen demasiado rango. Visualmente no aporta nada que no hayamos visto antes, incluído el 3D, inerte en emoción dramática cuando más seria busca ponerse más tonta queda. La ideología del film a esta altura de la franquicia ya es una ensalada de refritos homogeneizados que no alimentan… como el pochoclo.