Dirigida por Nadia Benedicto, Interludio es una pequeña película sobre la transición y el autodescubrimiento al que puede llevar.
En Interludio, Sofia y sus dos hijas hacen un viaje a la costa. El destino es Lucila del Mar. No es verano y apenas hay gente en esa playa, en esos días fríos. Sofía viaja escapando de una separación que le resultó repentina y, claro, es definitiva: su ahora ex marido es homosexual.
Mientras las dos niñas, en realidad una es pequeña y la otra adolescente, congenian y pelean, Sofía se encuentra en una especie de trance. Es joven y está perdida.
La película de Nadia Benedicto sigue a estos tres personajes, en conjunto y por separado, y así va retratando cómo enfrenta cada una sus miedos. La más chica, a los extraterrestres, a los que cree ver en un par de mellizos que recogen basura en la playa. La adolescente, que empieza a descubrir quién es y conoce a una chica con la cual empieza a relacionarse. Y la madre, que llora a escondidas e intenta reprimir los deseos que un joven técnico que va a su casa para intentar arreglar el televisor le provoca.
Así, las tres de a poco van descubriéndose a sí mismas, cada una desde el lugar y en especial en el momento de la vida en que se encuentra. Ese momento de transición entre una etapa y la que viene.
“¿No sabés lo que significa normal?”, le preguntan a Sofía cuando intenta estacionar de la mano contraria. Y mientras ellas en su momento dudan, y quizás se crean raras, o incomprendidas (o teman sentirse así), lo cierto es que los conflictos y el modo que tienen o encuentran de enfrentarse a ellos son sumamente identificables. A veces no se trata más que de tirarse o no tirarse a la pileta, o al mar, aunque sea invierno. Porque muchas veces las cosas que más queremos, son también las que más miedo dan.
Hay además en Interludio un gran uso de la banda sonora, y la directora hasta se permite bucear en escenas más surrealistas que terminan de reflejar el estado emocional en el que se encuentra su protagonista.
Interludio es una pequeña película filmada de manera bella y con una historia tan simple como efectiva. Tres sensibles y simpáticos retratos femeninos que se tornan uno.