Iron Man es la franquicia de Marvel dedicada a la comedia y, en esta tercera entrega, deja clarísimo por qué el personaje es la gran figura de ese suceso inaudito en recaudaciones para el cine de superhéroes que fue Los Vengadores. Shane Black, excelso guionista de acción que escribió Arma mortal, El último Boy Scout y El último gran héroe, se las arregla para mostrar en pantalla casi todo el tiempo sin casco a Robert Downey Jr., esa estrella de Hollywood cada vez más refulgente, y al mismo tiempo hacer desfilar una variedad gigantesca de trajes de Iron Man distintos, todos con destino de potenciales muñequitos marquetineros. Iron Man 3 es una película de acción impecable (¡por fin peleas bien filmadas!), que se permite reflexionar sobre el terrorismo y la mirada americana sobre este asunto. Y, lo más importante, consigue todo esto sin que el espectador pierda jamás una sonrisa.