La hermana enemiga
Adam Sandler es sinónimo de comedia norteamericana del star system. Y su público lo sigue porque sabe que él hará una y otra vez todos los yeites que, supuestamente, entretienen. Aquí vuelve recargado. Porque en el filme, en el que además escribe el guión y produce, interpreta a dos personajes: a un feliz hombre de familia y a su hermana gemela que, obviamente, la odia. Y más aún cuando se queda unos días en su casa. La película es por momentos una sucesión de gags, y en otros tramos es una seguidilla de lugares comunes que abundan en las comedias de la industria hollywoodense. Entre las figuras invitadas se destaca Al Pacino, quizá por el efecto sorpresa y por la ductilidad que ofrece para mutar en personajes desopilantes. El filme es de esos que se fuga muy rápido de la memoria.