“Jeannette” es el film francés que cuenta la infancia de Juana de Arco, también conocida como la Doncella de Orleans. Con la dirección de Bruno Dumont, un autor muy relevante del cine contemporáneo cuya obra está atravesada por culpas, pecados, redenciones, devociones, llamados y respuestas divinas, la cinta cuenta los primeros años de una niña campesina que habla, confronta y se siente llamada por Dios. Con humor y música transita las visicitudes de una pequeña religiosa pero rebelde y una adolescente que, guiada por Dios, lleva a su pueblo a la lucha.
Ambientado en 1425, el film narra cómo Juana se convierte en Juana de Arco, en la heroína y libertadora. Todo lo que se escucha es bastante fiel a los textos del libro “El misterio de la caridad de Juana de Arco” del poeta francés Charles Peguy.
La película se destaca por sus aspectos técnicos, preponderando la fotografía de los paisajes que de alguna manera aluden a lo divino. El espíritu lúdico se filtra también en las imágenes que hacen lucir parajes del norte de Francia. La música va de un heavy metal y un hip hop claramente reconocibles hacia otras melodías más amorfas. El manejo de la luz se encuentra en un papel de primer plano, el cual ayuda a sostener al guion.
El director apuesta a la combinación de diferentes géneros y se da el gusto de insertar un guion rapero en el personaje del tío de una adolescente Juana. Con un desparpajo y estilo personal, hace hincapié en el cine contemporáneo de una manera innovadora. Para quienes quieran saber quién era Juana de Arco, es una simpática manera de acercarse a un personaje histórico. Es difícil hacer atractiva una cinta de temática histórica, dejando de lado el género documental, y “Jeannette: La Infancia de Juana de Arco” lo logra de una buena forma, gracias a la impronta que le imprime.
Los personajes secundarios son necesarios para explicar la historia, pero solamente sirven como apoyo para la protagonista. No tienen subtramas propias sino que se desarrollan en función a esta niña y adolescente.
La película responde a una figura condenada por loca y herética debido a su condición femenina. No es un clásico, pero se deja degustar.