El nuevo film de François Ozon, ganador de la Concha de Oro de 2012 por Dans la Maison, trata sobre Isabelle, una joven francesa de diecisiete años, muy hermosa, que poco después de su primera vez, como quien sí quiere la cosa, comienza a prostituirse bajo el nombre de Lea.
Sus dos vidas transcurren con naturalidad para ella; tiene un perfil en internet, se encuentra en habitaciones de distintos hoteles con sus clientes, se lleva mudas de ropa, se ducha, esconde el dinero. Estos clientes son de entrada edad, de la generación de su padre, con quien no tiene relación y la única valoración de su cariño perceptible para Isabelle son los 500 euros que él le da para cumpleaños y navidades. Todo es normal hasta que uno de sus clientes sufre un infarto y muere mientras tienen sexo. A partir de allí se enterará su familia y algo pasará en su interior, o no.