"Julieta" es un agradable melodrama que se suma a una lista numerosas de obras del autor, que sin dudas no será la mejor pero si recordable.
El clásico melodrama español que rodea al universo femenino vuelve a las pantallas de la mano de Pedro Almodóvar. Una más para su carrera, después de la fallida Los Amantes Pasajeros (2013), donde de alguna manera se comenzó a notar la decadencia de sus films. En esta ocasión, Julieta es una adaptación de la novela “Escapada” de la escritora canadiense Alice Munro, ganadora del Premio Noble de literatura.
La historia gira en torno a Julieta, una mujer adulta que cree tener todo en orden en su vida. Pero un encuentro inesperado con una conocida del pasado abre una herida que le costo curar: su hija. Julieta y su hija no están en contacto desde que ella terminó su secundaria. Julieta en modo de encarar una reconciliación comienza a escribir una carta contándole su historia con su padre desde el primer momento y aclarando los conflictos que acabaron con su relación de madre e hija. La película transcurre entre el pasado y el presente, planteando dudas e intrigas al principio que se van contestando a medida que avanza la historia.
Almodóvar vuelve a tratar la psiquis femenina, en una historia contada en primera persona donde se la ve a Julieta atravesar los momentos más duros de su vida, mientras lucha por el cariño de su hija. El desamor y el dolor son los aliados del autor para mantener el hilo de la historia coherente. La verdad que busca Julieta quizás está a los ojos del espectador pero no a los de la protagonista, por momentos se puede volver un cliché pero la naturalidad con la que manejan las acciones crea un relato agradable.
En el protagonismo están dos actrices que interpretan a Julieta en distintos momentos de su vida: la joven Adriana Ugarte la encarna durante los 80′; y la excelente Emma Suárez en la actualidad. Ambas trabajan por primera vez con el director y el resultado de su trabajo es muy bueno. Si bien el elenco es dominado por mujeres, también hay lugar para los galanes: el español Daniel Grao, como el marido ideal; y Darío Grandinetti como una nueva atracción para Julieta, pero que en personaje no termina de convencer.