22 años desde esa entretenida aventura protagonizada por el querido Robin Williams, nos encontramos con una nueva entrega – algo impensada – de Jumanji. Esta vez el juego mortal en la selva se centra en el uso de la tecnología actual y los video juegos. Protagonizada por Dwayne “The Rock” Johnson, Jack Black, Karen Gillian y Kevin Hart esta película es una agradable sorpresa en salas de cine.
Los tiempos cambian y las plataformas de entretenimiento también, con una interesante vuelta de tuerca el film de Jake Kasdan – sí, el hijo del director/guionista Lawrence Kasdan – se arriesga a dirigir un proyecto que desde el vamos tenía la palabra riesgo impresa en todos lados. Milagrosamente Jumanji: Welcome to the Jungle – nombre original – resulta entretenida de principio a fin; la película es directa, simpática, juega con la nostalgia pero al mismo tiempo se arriesga y crea nuevas reglas de lo que alguna vez fue el mundo del tablero mágico.
Pasamos de las piezas en miniatura a los joystick y gracias a un correcto guión a cargo de Chris McKenna, Erik Sommers, Scott Rosenberg y Jeff Pinkner la película no falla al hacer esta transición – algo rebuscada – en pantalla grande. El cambio genera un momento de incertidumbre en la sala de cine pero al correr los minutos todo elemento necesario para satisfacer a un gamer se explota de manera ágil y sumamente interesante.
Dwayne “The Rock” Johnson, Jack Black, Karen Gillian y Kevin Hart poseen una química ideal para interpretar a cada avatar con sus respectivas habilidades; cada personaje refleja el otro lado de la moneda de los jóvenes atrapados en el juego. Desde ya hay que aclarar que la película se refugia en estereotipos de escuela para los cuatro personajes principales pero todo está puesto de una manera efectiva y simpática. Jumanji: Welcome to the Jungle es el The Breakfast Club de John Hughes en la selva.
Jumanji: Welcome to the Jungle no afloja un segundo, tiene un ritmo vertiginoso en su totalidad; es rápida, entretenida y los personajes están desarrollados de una manera justa sin derrochar información, es una película ideal para disfrutar en estas vacaciones. El juego entre la nostalgia y la actualidad es un conflicto hermoso en el cual todos los que disfrutaron de la película del año 1995 igual de cómodos que las personas nacidas en este nuevo milenio. La película se puede disfrutar en familia, con amigos o hasta en solitario. Es un gran espectáculo lleno de diversión. Recomendada.