Una cofradía de huérfanos.
Se podría afirmar que Kick-Ass 2 (2013) cuenta con un gran elemento a favor y otro en contra, si analizamos el convite desde el punto de vista de los fanáticos de la película de 2010. Si bien mantiene los rasgos primordiales de la aventura original, cae en cierto automatismo narrativo que caracteriza a la mayoría de las continuaciones hollywoodenses, casi siempre incapaces de llevar un paso más allá el devenir prefijado. Aun así, vale aclarar que este “resultado agridulce” está por encima del estándar cualitativo del campo de las secuelas contemporáneas, redondeando un producto digno y entretenido que profundiza en el desarrollo de personajes y hasta incluye un par de escenas muy logradas a nivel cómico...