Una típica película de espías, pero mejor.
Eggsy, un adolescente rebelde, sin padre, madre despreocupada y padrastro borracho tiene todos los motivos para no ser nadie en su vida a pesar de sus grandes calificaciones y entrenamiento militar pero un día necesita ayuda y Harry Hart lo saca del aprieto (se lo debe a su padre). Harry le presenta a Eggsy un mundo nuevo, le cuenta la vedad sobre su padre, lo mete en Kingsman.
¿Qué es Kingsman? Es una organización de espías ultra secreta, de la cual nadie sabe nada, solo sus integrantes, que se encargan de salvar el mundo, salvar personas o cualquier cosa a cambio de nada.
¿Es tan fácil entrar? No, Eggsy debe primero pasar muchísimas pruebas, él y un grupo de adolescentes que quieren lo mismo, entrar a Kingsman, solo uno lo logra.
Mientras tanto Valentine, un multimillonario diferente al resto de los villanos del mundo quiere acabar con gran cantidad de gente en el mundo para solucionar el problema de la superpoblación.
Entonces, Iggsy quiere entrar a Kingsman, Valentine dominar el mundo y Harry Hart salvarlo.
Todo esto hace que Kingsman sea una película que sin dudas uno disfruta una, dos o cuántas veces quiera porque tiene todo lo que queremos ver.