Paola Barrientos protagoniza la nueva película de Natalia Smirnoff. La afinadora de árboles es una comedia dramática sobre los sueños y qué queda luego de cumplirlos.
Tras recibir el premio más importante a la literatura infantil, Clara (Paola Barrientos) decide mudarse con su familia al barrio de su infancia: un lugar tranquilo, alejado del caos de la ciudad, con la excusa de redescubrirse a sí misma y contactarse más con su trabajo. Allí se reencontrará con Ariel, su novio de la adolescencia, y Carlos, el hermano de éste. La protagonista comenzará a cuestionarse su actualidad, tanto en lo laboral como en lo emocional.
La relación con su marido no parece estar en su mejor momento. Cada día se los ve más alejados y la mudanza parece haber acrecentado esta mala racha. A esto se le suma el encuentro de Carla con Ariel y Carlos, hecho que parece reabrir un capítulo en su vida que creía cerrado. La relación con sus hijos tampoco es de las mejores: su hijo no obedece nada de lo que le ordena y la comunicación con su hija es escasa. Su vínculo con la editorial tampoco atraviesa un buen momento. Pese a sus reconocimientos en materia laboral, todo parece estar en una especie de «cuerda floja» en su vida personal.
Es así que Natalia Smirnoff nos introducirá en el viaje interno de la protagonista (cabe destacar que todo está contado desde su perspectiva). La cineasta nos planteará qué queda luego de cumplir el sueño de nuestras vidas, especialmente cuando todo a nuestro alrededor parece desmoronarse. Carla no parece estar segura de qué es lo que realmente quiere y sus incertidumbres generan un clima de tensión e incomodidad que se hacen latentes desde un comienzo.
Con un clima donde predomina la tensión y la incomodidad entre los personajes (cuestión realzada por el uso del sonido ambiente en todo momento), Smirnoff nos prepara para algo que nunca llega: la película finalmente nunca logra alcanzar el clímax. Si bien Clara logra concretar el recorrido para reencontrarse a sí misma y aquello que parecía haber perdido, la película deja sabor a poco.
La afinadora de árboles resulta atrapante en un comienzo, pero se va desdibujando con el correr de los minutos. Mención aparte para la actuación de Paola Barrientos, quien no necesita palabras para expresar todo lo que le pasa por la cabeza a Carla.