En un reino muy muy lejos de Disney
Francia tiene una nueva versión de "La Bella y la Bestia", que respeta bastante la estructura de la historia original. Es así que en esta versión Bella (Léa Seydoux) tiene dos hermanas, tres hermanos, y un padre que la adora. Luego de que su padre pierde toda su fortuna a causa de un naufragio, la familia debe mudarse al campo, donde la única que parece sentirse a gusto con el lugar es Bella. Una noche, al volver de un viaje, su padre se pierde en una tormenta y encuentra refugio en una extraña mansión, donde al recordar el pedido de su hija, roba una rosa para llevarle como regalo, lo que rebela la ira de la Bestia quien lo condena a morir en su castillo, dándole solo la oportunidad de despedirse esa noche de su familia. Sintiéndose culpable, Bella toma el lugar de su padre y llega así al castillo de la bestia.
Sola en el castillo, con unas encantadoras criaturas de ojos enormes que la espían, Bella descubre de a poco quien es la bestia, y quien era antes de convertirse en ese ser horroroso; es entonces cuando vemos en flashbacks la historia de un príncipe arrogante y poderoso (Vincet Cassel) que luego es condenado a transformarse en una bestia solitaria, a quien nadie podría amar. Esta versión nos da más razones para comprender la personalidad tortuosa de la bestia, más allá de la magia que lo ha convertido en un ser monstruoso, así como también le da más razones a la protagonista para enamorarse de él.
Lo primero que impresiona en este filme es la belleza de sus imágenes, la estética barroca, combinada con efectos digitales, donde hasta el más pequeño de los detalles está cargado de expresividad, donde el castillo no solo es extravagante sino que parece estar flotando en una atmósfera onírica.
En esta versión no hay teteras ni tacitas que bailen y canten, sino que hay personajes ambiciosos, capaces de hacer cualquier cosa por robar los tesoros de la bestia, un protagonista que está pagando por su soberbia, y una mujer con bastante determinación. Si bien está claro que la historia apunta a humanizar a los personajes, más que a lo fantástico del cuento, el guión parece haber sufrido algunas concesiones para hacerlo más accesible al público infantil, lo que hace que la historia pierda un poco el eje, y se acerque más a la acción o a las escenas fantásticas llenas de efectos especiales, aun así hay escenas cargadas de mucha sensualidad, algo casi inevitable con protagonistas como Vincent Cassel y Léa Seydoux.
Lejos de Disney, con hermosas imágenes, y un final feliz, esta nueva versión del clásico no es demasiado arriesgada, pero le encuentra una vuelta interesante a la historia, donde las decisiones de sus protagonistas son más fuertes que la magia que los rodea.