Por lo menos una vez al año, quienes disfrutan del cine de terror se encuentran con una película como La Bruja (The Witch). Suelen ser cintas que incluso, con suerte, trascienden esa barrera del género, y corren de boca en boca hasta convertirse de la noche a la mañana en una película de culto. Tales fueron los casos de Sinister (2012), The Babadook (2014) o It Follows (2015). Sucede que la ópera prima del norteamericano Rober Eggers tiene todo para seguir ese camino.