David Fincher ("Pecados Capitales", "El Curioso Caso de Benjamin Button", "Red Social") dirige la muy esperada versión norteamericana del film sueco "Los Hombres que no Amaban a las Mujeres" (Män som hatar kvinnor), producción que en la Argentina se estrenó en febrero de 2010 y que a su vez está basada en la exitosa trilogía literaria "Millennium", escrita por el fallecido Stieg Larsson.
"La Chica del Dragón Tatuado" nos introduce en los hechos que se desarrollan en la primera novela de la mencionada saga de suspenso y que, al igual que en el libro, suceden en Estocolmo, lugar que los realizadores decidieron mantener porque las raíces de la historia son totalmente suecas.
Allí, un periodista financiero llamado Mikael Blomkvist (Daniel Craig), dedicado a desenterrar la corrupción tanto política como empresarial, es acusado de difamación por un hombre poderoso tras la publicación de una investigación llevada a cabo para la exclusiva revista Millennium, de la cual es co-propietario junto a su socia -y a veces amante- Erika Berger (Robin Wright).
Tras la demanda con la que el empresario se defiende, y que prácticamente deja en banca rota tanto a Blomkvist como a la revista, el protagonista decide alejarse de Millenium. Es en ese momento que aparece en escena Henrik Vanger (Christopher Plummer), uno de los industriales más ricos de Suecia, quien lo contrata para investigar la desaparición de su amada sobrina Harriet, ya que el hombre sospecha que la asesinó un miembro de su enorme y complicada familia.
Durante su investigación, el personaje interpretado por Craig cruza su camino con Lisbeth Salander (Rooney Mara), una joven que posee habilidades como hacker e investigadora, por lo que se suma a la caza de este asesino.
La "chica del dragón tatuado" es una muchacha punk, fuerte, determinada y profundamente antisocial, pero a la vez una víctima vulnerable de la vida misma, ya que ha vivido bajo la tutela del Estado desde su infancia. Para peor, tras la muerte de su tutor, es asignada a otro guardián que no tiene buenas intenciones.
Con algunas escenas fuertes, a lo largo de 2 horas y 40 minutos (un poquito larga para mi gusto), esta producción que representa todo un desafío para Fincher (adaptar una novela no es fácil y menos ésta), le propone al espectador adentrarse en un laberinto que contiene asesinatos, corrupción, secretos familiares, perversidades y los demonios internos de dos inesperados aliados que buscan la verdad en un misterio que comenzó hace 40 años.
Más allá de los notables desempeños del elenco protagónico, tanto de Craig como de Plummer, vale la pena recalcar el sobresaliente y jugado trabajo de Rooney Mara (recientemente nominada a un Globo de Oro por este papel), la verdadera protagonista (y heroína por qué no) de esta historia que continuará (todo dependerá del éxito de la taquilla) en las respectivas adaptaciones de "La Chica que Jugó con Fuego" y "El Castillo de Aire que Estalló".