El pasado jueves llegó a las salas de cine «La ciudad perdida», una película de humor protagonizada por Sandra Bullock que logra entretener al espectador y sorprende por su frescura y originalidad: es un delirio y se hace cargo de ello sin pretensiones.
Bullock encarna a Loretta Sage, una escritora de novelas de romance cuyo personaje principal «Dash» (Channing Tatum) se ve envuelto en un sinfín de riesgos y desafíos de los que sale siempre ileso. Cómo en las novelas, la película relata la travesía que la escritora y Alan («Dash») se ven envueltos tras el secuestro de Loretta en manos de un excéntrico multimillonario (Daniel Radcliffe) que dice estar cerca de encontrar una antigua ciudad en una remota isla y necesita de la escritora para descifrar el lugar exacto donde este lugar se encontraría.
El conflicto principal, escapar con vida de esa isla, se sortea con muchísimo humor, escenas de acción, un guión divertido y simple que cumple con lo que se propone: divertir al espectador durante sus dos horas de duración, algo nada sencillo. La historia totalmente disparatada es coherente dentro de su argumento y no busca un objetivo distinto al de entretener.
Los personajes están muy bien delineados y dentro de sus estereotipos, cumplen con las expectativas. La elección del cast es muy atinada y la dupla Bullock – Tatum funciona en este tipo de producciones.
Una divertida propuesta para toda la familia, para olvidarse de los dramas y pasar un buen rato.