El cine de terror y los bosques suelen ser una estupenda combinación. Basta con recordar The Evil Dead, de Sam Raimi, y las películas slasher ambientadas en campamentos, empezando por la saga de Viernes 13. Pero mucho antes estuvieron los cuentos infantiles, como “Hansel y Gretel”, que de fondo resultan macabros. Por ese territorio se adentra La forma del bosque.
Silvia y Andrés, dos hermanos preadolescentes, viven con su abuelo (Chucho Fernández) en una casa en medio del bosque. El encuentro con un individuo atormentado y la violencia de sus actos los pondrá en la mira del mismísimo espíritu que domina aquel paraje de arboledas y misterios. Una auténtica fuerza de la naturaleza, capaz de adorar formas familiares para ajusticiar a quienes considere una amenaza. Silvia y Andrés deberán sobrevivir a su ira durante una noche que parece no terminar.
En su ópera prima, Gonzalo Mellid coquetea con la mencionada The Evil Dead ( algunas tomas subjetivas, las encarnaciones del Bosque) y con el folk horror (mencionar ejemplos podría derivar en spoilers), pero nunca pierde su verdadera esencia: la de una leyenda como las que se narran junto al fogón. El director sabe imprimir un clima inquietante y no teme correr algunos riesgos en determinados giros narrativos. Al mismo tiempo, funciona como una historia de madurez; los jóvenes deben afrontar cambios bruscos en sus vidas, especialmente Silvia, que posee una conexión especial con los fenómenos que suceden a su alrededor.
María Paz Arias Landa y Nicolás del Río llevan el protagonismo, pero el elenco secundario sabe destacarse. Chucho Fernández deja de lado los matones u hombres tenebrosos de su filmografía para componer a un abuelo capaz de darlo todo por sus nietos. En tanto, Magui Bravi continúa afianzándose como una de las grandes figuras del terror nacional, ahora interpretando a una de las encarnaciones más sensuales -y más mortíferas- del Bosque.
Sin necesidad de alardear, La forma del bosque recupera el sabor de los cuentos de miedo rurales y presenta a un director promisorio.