Aunque no es la primera vez que las minifiguras y bloques de construcción LEGO cobran vida (hay una infinidad de series, cortos y películas realizadas para TV sobre superhéroes y personajes de Star Wars, entre otros), sí lo es la pantalla grande.
Con una secuela confirmada antes de su estreno, esta divertidísima producción animada dirigida por los mismos realizadores de la saga “Lluvia de Hamburguesas”, Phil Lord y Christopher Miller, cuenta la historia de Emmet (voz de Chris Pratt), una común y corriente minifigura a la que le gusta mucho seguir las reglas en todos los aspectos de su vida; todo le es “increíble”, como dice la pegadiza canción.
El protagonista, un constructor que no tiene ni dotes ni imaginación justamente para construir, es confundido por error con “El Especial”, la persona más extraordinaria que, según una profecía, es la clave para salvar al mundo del Presidente/Sr. Negocios (voz de Will Ferrell), un verdadero maniático controlador que no quiere ninguna expresión creativa ni que nadie construya nada que no esté en el instructivo de su “perfecto e intocable” universo.
Sin una idea clara de lo que ésto significa (por las dudas pide que se lo expliquen de nuevo), Emmet es reclutado por una sociedad de personajes liderados por una especie de mago sabio y místico llamado Vitruvius (voz de Morgan Freeman), que también está integrada por Estilo Libre (voz de Elizabeth Banks), la tipa dura que guía a nuestro “héroe” en su misión.
Pero también están Batman (voz de Will Arnett); Linterna Verde (voz de Jonah Hill); Superman (voz de Channing Tatum), la Mujer Maravilla (voz de Cobie Smulders); un astronauta de 1980 (voz de Charlie Day); el basquetbolista Shaquille O’Neal (quien brinda su propia voz) y Unkitty (voz de Alison Brie de la serie “Community”), una tierna y encantadora mezcla de gatita con unicornio, entre muchísimos otros personajes que el espectador reconocerá al instante.
La historia (que contiene un claro mensaje sobre la imaginación por sobre el seguir las instrucciones), es muy original y al mismo tiempo delirante, hilarante y un poco vertiginosa (un punto en contra es que todo se sucede a mil por hora), se va desarrollando en varios universos muy bien logrados con una técnica que se asemeja a la animación cuadro a cuadro combinada con la animación generada por computadora en 3D. Altamente recomendable tanto para grandes como para los más pequeños. Disfrute asegurado.