La Gran Muralla: "made in China" pero bien
El gigante asiático ya no se contenta con llevarse a los futbolistas: ahora va por las estrellas más taquilleras de Hollywood para competir de igual a igual en el mercado mundial.
La influencia de China en el mercado cinematográfico mundial ya no es una “sensación” sino una realidad palpable que en el término de un año ya ha llevado a varios cinéfilos a ver películas que ni siquiera saben que cuentan con estos capitales.
Películas como Misión Imposible Nación Secreta, Warcraft, Star Trek Sin Límites o La Espada del Dragón son algunos de los ejemplos que tiene detrás a empresas como Alibaba Pictures o China Film Group y que se suman a los intentos norteamericanos por entrar en el gigante asiático con Transformers 4 o la última James Bond.
En esta ocasión, tenemos un caso como el de Carlos Tevez en el que una película de la mencionada China Film Group necesitaba de una estrella como Matt Damon y por eso contrató al actor de las películas de Jason Bourne para que estelarice la última película del laureado Zhang Yimou, junto con el chileno Pedro Pascal (Game of Thrones, Narcos) y el siempre efectivo Willem Dafoe.
En este caso, la historia narra las desventuras de un grupo de hombres liderados por Wiliam (Damon) y Tovar (Pascal) que buscan en la lejana China el “polvo negro” que puede desbalancear una guerra en favor del que lo tenga. Por supuesto que se trata de la pólvora pero los chinos son celosos de sus posesiones y por eso, el grupo, diezmado, debe refugiarse en una cueva donde son atacados por una extraña criatura a la que vencen a gran costo.
Los aventureros muy pronto descubrirán que ese monstruo es apenas la punta de lanza de un mal mayor que amenaza no sólo a China sino al mundo entero, y deberán unirse a sus enemigos para
La película respeta todos los cánones de las películas de Yimou, con peleas impresionantes, en esta ocasión contra monstruos muy bien construidos digitalmente y efectos que los hacen verosímiles al ojo. En este punto, la animación alcanza muy buenos niveles y eso le suma puntos a un film que termina contando la misma historia de siempre.
Matt Damon despliega su carisma interpretando a un personaje que va evolucionando y que crea muy buena química con la generala Lin Mae que interpreta la actriz Tian Jing.
La fotografía de Stuart Dryburgh y Xiaoding Zhao es maravillosa, algo típico en las producciones chinas, que se lucen, en especial los trajes de los soldados chinos que, muy coloridos, provocan un verdadero espectáculo visual engalanado por las coreografías y acrobacias varias.
De esta manera, La Gran Muralla se convierte en un buen espectáculo para pasar el fin de semana y que gustará incluso a esos que son reticentes a ver películas de artes marciales generadas en un país que cada día está más cerca de transformarse en el nuevo Hollywood.