“Todas las historias de fantasmas empiezan con una casa y una tragedia”, dice la narradora, interpretada por Jackie Weaver, de esta película de terror. “Haunt” data del año pasado y está dirigida por el debutante Mac Carter. Y esa línea es la que bien podría resumir toda la película. Porque en ella hay una casa, fantasmas, y una tragedia, tal como lo indica, y una familia que recién se muda, y sustos varios, y una señora que vivía allí y ahora tiene pinta de loca.
Todos los clichés de estas películas de terror, un ático, un hacha, un susto en la ducha, un personaje problemático y uno inocente, una niña que parece entender lo que los adultos no pueden o no quieren. Todo está ahí, servido sobre bandeja. Si se espera algo novedoso, Haunt no es la opción adecuada. Si se quiere algo efectista y sin muchas pretensiones, puede ser una buena opción. El film es relativamente corto, no llega a una hora y media, y eso le juega a favor.
Sobre todo teniendo en cuenta que en realidad no es demasiado lo que sucede durante toda la película. Situamos a esta familia, los Asher, mudándose a una casa misteriosa. Conocemos a la mujer que vivía allí (que es la misma que narra) y comprendemos algo de la tragedia que sucedió. Evan, uno de los hijos, entabla una relación con la perturbada Samantha y juntos comienzan, quizás por curiosidad, quizás por la búsqueda de ella hacia algo más, a invocar a los Morello, los antiguos habitantes de la casa.
A grandes rasgos, hasta diez minutos antes de que termine la película, aquel momento en que reina la calma que antecede a todo temporal, no sucede mucho más. Además, a excepción de Evan y Samantha, el resto de los personajes no aportan demasiado, no interesan, por eso tampoco nos hace tanto ruido que de repente las vueltas del escritor los dejen a los dos solos en la casa, y más tiempo del previsto.
"Haunt" recuerda a muchas películas memorables de terror, pero no logra estar a la altura de ninguna de ellas. Quizás si su escritor, Andrew Barrer, otro debutante, hubiese sabido explotar mejor todos los elementos que tenía a su disposición, otra sería la cosa. Pero lo cierto es que acá no sucede, no hay interés por esta familia como entidad ni por los miembros por separados, salvo por Evan, como ya mencionamos.
Otra de esas películas que sirven para pasar el rato pero que se olvidan rápidamente.