Palíndromos en el tiempo
Denis Villeneuve sigue cómodo filmando en el mainstream anglosajón y bajo sus propios criterios, como indudablemente lo demuestra La Llegada (2016), una realización de un encanto magnético que analiza el arte de la comunicación y aboga por la armonía entre culturas diferentes…
Con La Llegada (Arrival, 2016), una joya extraordinaria de ciencia ficción para adultos, Denis Villeneuve vuelve a ratificar que es uno de los directores más importantes e interesantes del cine contemporáneo. El canadiense cuenta con una voz propia que suele encauzar hacia un ejercicio profesional meticuloso de tipo artesanal/ intelectual, aislando los ingredientes más sofisticados y enérgicos del género en cuestión para a posteriori maximizarlos sin recurrir a los clichés infantiles de Hollywood. Ya sea que consideremos la primera etapa de su carrera, compuesta por Maelström (2000), Polytechnique (2009) e Incendies (2010), o su período anglosajón, el cual abarca -además de la presente- La Sospecha (Prisoners, 2013), El Hombre Duplicado (Enemy, 2013) y Sicario (2015), sus obras se abren camino como verdaderos prodigios de la intensidad y traen a colación un humanismo descarnado y sorprendente que casi siempre incluye citas oníricas surrealistas.