Orilla de un lago entre las montañas del sur. Un pequeño jardín junto a la casa de Magda y Alan. Hasta ahí llegará Leo, mochilero en viaje invitado a pasar la noche. Los temas se suceden. Alan, aficionado a la astronomía, apunta su telescopio hacia los misterios del cielo: ¿son los agujeros negros portales a tiempos paralelos? ¿O son simple acumulación de materia oscura por donde se esfuma el universo? El pasado se hace más presente que nunca: la pareja discute sus pérdidas mientras crece en ellos la curiosidad en torno al visitante. ¿Quién es ese chico? Una pregunta que parece sin respuesta, algo tan enigmático e inescrutable como la materia oscura.