Lo(s) que queda(n)
Hay objetos cinematográficos que, dentro de su aparente simpleza, llevan una inmensa fuerza. Es el caso del documental de Facundo Beraudi, presentado en el 18 Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente - BAFICI, La memoria de los huesos (2016).
La película propone una reflexión sobre el encuentro (o el desencuentro) de los vivos con los restos de personas víctimas de violencia de Estado. Lo hace a través de historias concretas de búsquedas: del lado de familiares o del profesional, el antropólogo forense.
Enfocada sobre la búsqueda de los restos de los desaparecidos de la última dictadura argentina, tenemos también el caso de una mujer salvadoreña, cuya madre fue víctima de un bombardeo aéreo durante la guerra civil. Abrir más allá del caso de los desaparecidos argentinos permite dar un universalismo a la experiencia de los que quedan confrontados a la muerte sin cuerpo. La búsqueda de los restos de todos los personajes tiende a buscar algo milenario intrínseco a la humanidad: crear una sepultura a sus muertos. Aquí reside la fuerza del documental, que muestra en todo su cinismo la violencia de los asesinos que privan a alguien de su vida , pero también a sus seres cercanos de su muerte.
El director formula a lo largo del documental el desfase entre cuerpo y nombre (o sea el núcleo de la identidad en nuestras sociedades occidentales): el desaparecido es a la vez un cuerpo sin nombre, y un nombre sin cuerpo. En una de las escenas más claves, David –hijo de un desaparecido- sostiene la caja dentro de la cual están los huesos de su padre, encontrados en el cementerio de Avellaneda.
La presencia fantasmagórica de los desaparecidos es retratada de manera sutil en planos urbanos de Buenos Aires, intercalados entre las escenas de testimonios o de excavaciones del equipo forense. Por esta mezcla, este encuentro entre pasado y presente, no se puede no pensar en la obra maestra de Patricio Guzmán, Nostalgia de la luz (2010), donde se cruzan en el desierto de Atacama mujeres buscando restos de sus hijos desaparecidos y astrónomos observando las galaxias. Como la luz, que llega a la mirada después de su formación, está contenida en los huesos una historia, una memoria.
Necesario era este documental, que investiga algo pocas veces explicitado en el cine argentino sobre los desaparecidos: la experiencia concreta, material, de la ausencia.