Regreso… ¿con gloria?
Estamos ante un panorama completamente nuevo. Nueva premisa, nueva maldición que enfrentar, nuevos personajes, nuevo héroe, nuevo villano. Todo a cero kilómetros para darle la bienvenida al Universo Oscuro que el viejo Universal Pictures supo dar en sus días de gloria.
Nick (Tom Cruise) es un cazarecompensas encubierto en los círculos militares que se dedica a buscar y robar, junto con su compañero, antigüedades para luego revenderlas en el mercado negro. El destino quiere que se tope, en el medio de una expedición, con una arcaica y subterránea prisión egipcia, para luego liberar “accidentalmente” a una momia maldita que quiere terminar lo que en vida empezó.
Cuando uno se acerca a la cartelera y ve el nombre de esta película, es muy probable que recuerde aquel film del año 1999, también titulado La momia, pero estamos muy lejos de aquella franquicia de antaño. Son otros tiempos y Universal se está tomando las cosas más en serio de lo que se cree.
El logo Dark Universe, que no por nada aparece al inicio de la película, es el sello que da comienzo a una nueva saga de films, donde los protagonistas serán nada más ni nada menos que los villanos que tanto se recuerdan, desde el hombre lobo hasta Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
La película peca de ingenua por momentos, pareciera que nada de lo que muestran lo hayamos visto antes, pero luego va avanzando y recorre caminos inexplorados. Para empezar, el hecho de haber cambiado el género del monstruo en cuestión es un acierto por parte del guion, el imaginario colectivo ya estaba bastante acostumbrado a ver una momia masculina, por más que la trama sea siempre la misma.
Los efectos especiales cumplen con lo esperado, junto con las escenas de acción y los momentos de suspenso que abundan bastante. El problema, como siempre, es que la cámara no deja de demostrar lo enamorada que está de Tom Cruise. Toda la película se apoya en él, sus compañeros lo siguen, pero nadie logra opacarlo, ni siquiera la genial interpretación de Russell Crowe como el Dr. Henry Jekyll (sí, el mismo Jekyll que mencioné antes) puede robarle un poco de protagonismo y en eso tambalea un poco la trama.
Más allá de los baches en el guion, algunas actuaciones pobres y el mal uso del 3D, la película es una buena manera de empezar con el pie derecho una saga que promete y mucho. Habrá que esperar cómo continúa y si el resto de las adaptaciones pueden superar en grande a este digno reencuentro con el universo oscuro.