Parece que para Navidad la industria norteamericana nos trae comedias con esta temática que aunque funcionan como entretenimiento son sencillamente películas mediocres. Este es el caso de La navidad de las madres rebeldes.
El film es una saga de El club de las madres rebeldes (Bad Moms, 2016), en esta oportunidad las tres madres del film original deben restaurar el clima navideño a pesar de los imperativos familiares, sociales y comerciales. Las mejores amigas Amy (Mila Kunis), Kiki (Kristen Bell) y Carla (Kathryn Hahn) estereotipos de madres al estilo hollywood, lidian con el estrés de la época navideña. Y a esto se suman sus propias madres que estando de visita influenciaran en los festejos complicando la trama.
Para interpretar a las madres fueron convocadas primeras actrices que se destacaron en el ámbito cinematográfico o en el televisivo. Así Susan Sarandon, Christine Baranski y Cheryl Hines compondrán a unas progenitoras aún más esquemáticas que sus propias hijas.
La película está dirigida y escrita por Jon Lucas y Scott Moore, responsables de divertidísimas comedias como Que pasó ayer (Hangover, partes I, 2 y 3), 27 bodas (27 dresses), y Chicken Little, entre otras. Pero el caso es que el film La navidad de las madres rebeldes está concebida con mas profesionalismo que creatividad, y se apoya en lugares comunes de los estereotipos sociales sobre los roles femeninos donde la mujer es fundamentalmente madre y sobre ella pesan todas las actividades del hogar, retrasando en años las reivindicaciones logradas por los movimientos feministas de los ultimas épocas.
Por otro lado el guión no tiene fisuras, todos los elementos están justificados en la trama, y no se escatima en escenografías imponentes o escenas en lugares insólitos. A pesar de ello se siente como un film perfectamente olvidable, y más aún, que deberíamos olvidar ya que ideológicamente nos sitúa en un mundo superficial y cuestionable.