Las grandes bestias salvajes alguna vez dominaron al mundo… nosotros, los humanos, hemos tomado ese lugar vacante. Un relato sobre la marginalidad, de la pobreza que duele, apenas azucarado con algo de realismo mágico es lo que propone esta zambullida dentro de una de las poblaciones más pobres y desamparadas del sur norteamericano.
Allí las pequeñas comunidades sobreviven con los animales que logran criar en sus ranchos, con lo que la escasa pesca les provee y con la recolección de hierbas. Todos estamos hechos de carne, todos los seres vivos formamos parte del buffet del universo.
Hushpuppie una niña de ocho años, de ojitos tristes y expresivos nos invita a descubrir su universo, su mundo carente de fantasía.
Quvenzhané Wallis, ganadora del Critics Choice Award y la actriz más joven en ser nominada al Oscar en una actuación protagónica, sus tonos para relatar lo que siente, su cuerpito indefenso frente a tanta desolación y su exclusión del mundo conmueven y hieren en lo más profundo.
Los animales salvajes saben cuándo tenemos el corazón débil y allí comienzan a perseguirnos para cazarnos, lo importante es no demostrarle al mundo lo abatidos que estamos por dentro. De lo contrario, terminamos siendo consumidos por ese mismo mundo