Si hay algo que no abunda en el cine actual son los conceptos novedosos o, por lo menos, interesantes. Peor es cuando ese concepto novedoso, o interesante, por fin aparece, pero está mal aprovechado.
La Noche de la Expiación parte de una premisa inquietante. En el año 2022, Estados Unidos es una utopía, donde la pobreza y la inseguridad son cosa del pasado. Un logro conseguido por los nuevos líderes gracias a un singular procedimiento: una vez al año, durante 12 horas, cada ciudadano es libre de cometer los crímenes que se le antojen. Torturas, violaciones, asesinatos, todo está permitido en lo que se denomina La Purga. James Sandin (Ethan Hawke) y su familia son de los que prefieren encerrarse en su residencia en vez de salir a cometer locuras por ahí. Y ese es el plan para la Purga Anual de esa noche, hasta que la aparición de un vagabundo perseguido los convertirá en blanco de un grupo de adolescentes con ganas de despedazar al prójimo. El correcto James deberá tomar las armas y proteger como sea a sus seres queridos...