El cine fantástico argentino es lo bastante amplio e interesante como para destacar algunas vertientes. Una en particular tiene un enfoque más serio y estilizado, aunque sin hacerle asco a momentos fuertes, siempre creando un núcleo propio. La Sonámbula, de Fernando Spiner, sirve como muy buen ejemplo. Con su particular mezcla de ciencia-ficción, policial y terror, La Parte Ausente también podría ser incluida en este grupo de películas.
En una Buenos Aires incierta, nocturna, postapocalíptica, Chockler (Alberto Ajaka), un investigador privado, es contratado por la enigmática Lucrecia (Celeste Cid) para encontrar a Víctor (Guillermo Pfening), un hombre… que es más que sólo un hombre. De hecho, cuando Chockler también comienza a investigar a la mujer, descubre un microcosmos repleto de científicos en busca de la vida eterna, caballos de carrera manipulados genéticamente y asesinatos cometidos por alguna clase de bestia sanguinaria.
Galel Maidana debutó con el documental La Asamblea, de 2009, sobre artistas del hospital psiquiátrico Borda. En su paso al largometraje de ficción, vuelve a centrarse en seres fuera de lo común, pero de una manera más radical: aquí algunos ya no entran en la categoría de raza humana y se mueven en un universo alucinante, oscuro y letal, que le debe tanto al film noir como a los comics europeos, con fuertes influencias de Blade Runner y de La Marca de la Pantera (más la versión de Paul Schrader que la original de Jacques Tourneur). Imaginen criaturas de la noche en una novela de Raymond Chandler. Esta impactante estética le debe tanto a la fotografía de Lucio Bonelli como a la dirección artística de Marcelo Pont Vergés y al trabajo sonoro de Jésica Suárez. Complementando las potentes imágenes, encontramos la musicalización a cargo de la banda electrónica Trasvorder.
Otro de los aciertos reside en el casting. Alberto Ajaka sigue demostrando que sabe interpretar a sujetos duros e intensos, al igual que Celeste Cid es convincente a la hora de componer a una femme fatale. En sus pocas pero calculadas apariciones, Guillermo Pfening le da encanto al ser monstruoso que compone. También aparecen Luis Ziembrowski y Juliana Gattas, cantante del grupo pop Miranda!, en su debut cinematográfico.
Si bien el guión suele ser opacado por el poderío visual (curiosamente, algo similar se le criticó a Blade Runner cuando se estrenó), La Parte Ausente es una propuesta diferente del cine nacional, incluso dentro de la vertiente fantástica y de terror. Tan elegante como siniestra y sensual, nos conduce por un mundo como no hay otro.