Santiago Mitre, director de la película, es conocido por su brillante trabajo de El Estudiante, un film político donde la historia gira sobre su protagonista. En La Patota nos encontramos con un concepto bastante parecido, la historia gira entorno a Paulina. En cambio en su versión original, dirigida por Daniel Tinayre y protagonizada por Mirtha Legrand, la historia tiene como eje el acto de violacion y sus culpables.
La Patota es un film político muy bien logrado que nos cuenta la vida de Paulina (Dolores Fonzi), una abogada que reside en Buenos Aires con una exitosa carrera en el ambiente, pero decide volver a Misiones, su provincia natal, a iniciar proyectos de inclusión y educación en pueblos rurales de la zona. Su padre Fernando (Oscar Martinez), juez de la nación, se opone desde un principio a los deseos de su hija aunque sabe que nada puede detenerla de sus objetivos.
Paulina se choca con la realidad que viven las personas en el interior de la provincia y trata de aportar todo lo que ella puede, con el apoyo de su casi ausente novio Alberto (Esteban Lamothe).
En su segunda semana de trabajo, viviendo aún la adaptación a la zona, en el medio de la noche es atacada y violada por una patota que sin ir muy lejos la conforman sus propios alumnos a los que les da clases.
Ahí es cuando la película toma su concepto, dando un hincapié a la personalidad de Paulina en su búsqueda de igualdad y compresión a los pobres y no de justicia por los culpables.
Pero también es el momento en donde el personaje de Dolores Fonzi no toma su vida como prioridad y deja al espectador en una posición incomoda, que esta bien hacer y que no esta bien. Pero en ese juicio de moral entran las decisiones que realiza Paulina y deja en un desconcierto total y desilusión tanto a su padre como a su novio y como a todo el público.
Para ser un remake de una película del cine argentino clásico es prolija y no se escapa de la historia original, Mitre supo encontrar la manera de adaptar un film tan conmovedor para que produzca el mismo efecto en el presente.
El compromiso y la caracterización de los actores también es algo de apreciar aunque nos quedemos con ganas de que desarrolle más el personaje de Lamothe y quizás los orígenes de Paulina.
La patota es una película con una historia dura y que su protagonista lo enfrenta de una manera que nadie lo haría, ni con todo el coraje del mundo, pero que nos llama a la reflexión propia sobre la situación en los puntos mas ocultos del país.