No hay dudas de que La masacre de Texas, de Tobe Hooper, es una de las películas más influyentes del cine de terror. Una influencia que se extiende a la Argentina, gracias a un puñado de interesantes films: El bosque de los sometidos, de Nicolás Amelio Ortiz, y Los olvidados, de Luciano y Nicolás Onetti, sin olvidar Habitaciones para turistas, a cargo de Adrián García Bogliano. Mediante La sabiduría, Eduardo Pinto se mete en un territorio muy parecido al planteado por Hooper, aunque también logra una película con toques originales.
Luego de una noche de diversión en una fiesta electrónica, tres amigas viajan a pasar un fin de semana en La Sabiduría, una estancia lejos de la ciudad. Alli se encuentran con lugares y ropas del siglo XIX, y lo toman como algo simpático. La diversión sigue cuando conocen a dos lugareños (Diego Cremobesi y Lautaro Delgado), quienes las invitan a un festejo privado. El jolgorio parece interminable, pero esa noche será el principio de una lucha por la supervivencia, con oscuras tradiciones invadiendo el mundo actual.
Pinto ya había demostrado en Corralón, una de sus películas anteriores, que era capaz de realizar un estupendo film de terror; a excepción de la muy dulce Natacha, la película, lo suyo es indagar en el costado más oscuro de la mente. Aquí continúa explorando esas cuestiones, pero con elementos propios del subgénero que recuperó fuerza en estos años: el folk horror. Tenemos una comunidad rural, que practica ritos ancestrales, donde los sacrificios humanos son parte esencial. En este caso, el condimento novedoso es la historia argentina, con sus gauchos, sus indios y sus secretos más tenebrosos.
Pinto también ofrece un choque entre el pasado y el presente al mostrar tres mujeres que, lejos de caer en simples víctimas, se enfrentan a la amenaza. Las actuaciones de Sofía Gala Castiglione, Analía Couceyro y Paloma Contreras son fundamentales para fortalecer esta idea. No menos destacable es la labor del plantel masculino. Daniel Fanego sabe componer personajes macabros, Diego Cremonesi continua exhibiendo su imponente presencia (no desentonaría en absoluto como uno de los desquiciados hermanos de Leatherface en alguna secuela de La masacre…) y Lautaro Delgado Tymruk interpreta al más impredecible del clan. Luis Ziembrowski y Juan Palomino también hacen aportes breves pero destacados.
La sabiduría sumerge al espectador en un ambiente que se va volviendo extraño, opresivo, que en medio del horror y la desesperación, habla de los males de antaño invadiendo la realidad actual.