Mallory Kane es una agente encubierta que lleva a cabo trabajos que los gobiernos no pueden autorizar y de los cuales los jefes de estado preferirían ni siquiera conocer. Sus habilidades la han llevado a todos los rincones de planeta, sin embargo, la misión en Dublín fracasará y Mallory terminará por descubrir que ha sido traicionada. Ahora deberá escapar de sus atacantes y regresar a los Estados Unidos para cobrarse venganza.
Steven Soderbergh es un realizador curioso y prolífico: jamás se queda en una zona de seguridad y comodidad, constantemente cambia el género y la temática de sus realizaciones. Gina Carano, experta en artes marciales, no será una gran actriz protagónica, pero como heroína de acción es de temer. Las escenas de violencia son crudas y de una veracidad asombrosa. La historia (que mediante sucesivos flashbacks nos transporta a los hechos ocurridos en San Diego, Washington, New York, Dublin, Nuevo México y Mallorca) le permite desarrollar toda su destreza para los deportes, la lucha cuerpo a cuerpo y la resistencia física.
Que figuras como Michael Douglas, Ewan McGregor, Antonio Banderas, Channing Tatum, Bill Paxton y Michael Fassbender hayan decidido formar parte de esta cinta (en pequeños roles y por módicos sueldos) demuestra el interés que la comunidad actoral hollywoodense tiene por el estilo independiente de Soderbergh.