Como un híbrido entre Hardcore Henry y Oldboy, “La Villana” se hace paso en su comienzo violento reaccionando como premonición de lo que se va a presentar. Entre la majestuosa combinación de coreografía de pelea y manejo de cámara el film de Byung-gil Jung (Confession of Murder, Action boys) impulsa sobre sus primeros minutos una historia de violencia con respuestas inciertas.
Los juegos de puños se van amontonando y la historia rápidamente da un giro argumental tomando como referencia la obra de Luc Besson “La Femme Nikita” – esto se presenta manteniendo la identidad de la protagonista principal en misterio -. El entrenamiento, los consejos de belleza, la protagonista perdida por su estilo de vida narcisista, las cámaras que sirven de testigo de los acontecimientos temporales… Si, todas similitudes alarmantes del trabajo de Besson, The Villainess es una femme nikita de Corea del Sur.
Ahora bien, el film deja confusos a los espectadores por los numerosos flashbacks y las similitudes antropomórficas de los personajes (si de algo sirve, la concentración en los peinados es esencial para saber quién es quién). Los minutos pasan y las constantes referencias de otros films se van sumando, y The Villainess empieza a explorar los límites del plagio introduciendo escenas cool para evitar recaer en él. El problema es que The Villainess toma lo mejor de grandes films para homenajearlos pero no termina de convencer en su propia originalidad narrativa. Vemos un film con estilo pero carente de sentido.
Otro problema que se puede apreciar en The Villainess es que nos presenta un mundo de sleeping agents – espías a la espera de una misión – demasiado tarde, la acción ocurre desde el minuto cero y cuando nos adentramos a la subtrama del espionaje, el interés sufre un quiebre y termina dividiéndose en dos: a) La acción desenfrenada b) El espionaje cerebral. Desafortunadamente The Villainess nunca consigue posicionarse cómodamente en ningúno de estos apartados y su identidad no consigue ser clara.
The Villainess tampoco logra generar un claro interés por los personajes. Byung-gil Jung – no sólo es el director de la película, también es el guionista – no encuentra un punto de conexión en ningún personaje de la película, simplemente están ahí, actúan, accionan pero no logran cautivar en lo más mínimo, ni siquiera la joven actriz protagonista, Ok-bin Kim, es interesante de ver.
The Villainess es un híbrido de géneros, abarca mucho pero trasmite poco. Si se busca acción se encuentra, pero no mucho más que eso.