“La vuelta al campo”. El valor de lo propio, Critica.
El documental de Juan Pablo Lepore ganador en el V Festival de Cine Etnográfico de Ecuador y en el Fiorenzo Serra Film Festival de Italia, muestra la lucha por las tierras de distintos grupos marginados.
El largometraje da visibilidad y acompaña a los colectivos sociales que se oponen día a día a las injusticias de las políticas económicas neoliberales, al desarraigo, al avance de la frontera agrícola proponiendo una perspectiva concreta de producción de alimentos con la finalidad de abastecer de comida sana, sin la utilización de venenos, a las ciudades y centros poblados.
La construcción de su relato muestra buenas elecciones a la hora de cómo contar la historia, para convertirse en una verdadera obra de arte. Con un narrador selectivo logra conectar a las distintas situaciones que se viven desde agrupaciones tanto en Argentina como en Brasil, y además da más sentido a la argumentación ya que permite acceder a información inaccesible o poco natural de otra manera.
Con la ayuda de testimonios destacados como el de Osvaldo Bayer (historiador, y escritor periodista), Federico Alieaga (abogado de derechos humanos), Sofia Gatica (activista medio ambiental), y Paula Luz (Maestra – educadora popular). Con la suma de distintos grupos sociales como Colectivos de Territorios y Derechos Humanos, Movimiento de los trabajadores sin tierra (MST), Cooperativa de Produccion Agropecuaria Charqueada (COPAC), y Union de Trabajadores de la Tierra (UTT), lograron exponer otra perspectiva del deterioro del alimento y de la vida en los grandes centros urbanos.
El tema de la agroecologia es un tema que toma fuerza día a día, y su lucha contra los grandes monopolios se hace más evidente. El director, en su quinta producción, trae una gran narrativa que permite al espectador profundizar aun mas en este hecho. El cual, ante un planeta sumido en una crisis medioambiental es algo que toma mucha importancia.
En conclusión se trata de un film muy bien logrado, desde la selección de testimonios y lugares, hasta la selección del narrador son elementos que contribuyeron para el armado de un gran relato que nos permite ver la perspectiva de aquellos a los que se categoriza como “marginados”.