Dirigida y escrita por Andrea Berloff, “Las reinas del crimen” es una película que transcurre en la década del 70 en Hell’s Kitchen, en Nueva York, zona protegida fuera de la ley por un grupo de descendientes irlandeses. Cuando la policía atrapa a estos tres hombres y van a la cárcel durante tres años, sus respectivas mujeres, que no pueden vivir con las migajas que los mafiosos que quedaron afuera les brindan, deciden tomar cartas en el asunto y de a poco son ellas quienes toman el control de la situación.
La película está basada en una serie de cómics y protagonizada por Melissa McCarthy, Tiffany Hadish y Elisabeth Moss.
Ellas tres interpretan a estas mujeres que suelen ser víctimas del machismo propio de la época y algunas de abusos domésticos. Por eso, para alguna, que su marido vaya a la cárcel resulta un alivio. Elisabeth Moss se luce con el papel de esa mujer que de repente decide que no va a volver a ser maltratada por un hombre y al mismo tiempo demuestra que su sangre se ha enfriado y es capaz de llevar adelante un negocio turbio donde muchas veces las cosas se solucionan con un tiro en la cabeza.
Otro punto interesante del film al que su elenco le aporta bastante es la relación que se genera entre los personajes de Elisabeth Moss y Domnhall Gleeson.
Ambos conformarán una pareja tan tierna como despiadada, con algunos momentos de humor negro y sangriento. Melissa McCarthy, aunque su filmografía no ayude a que así sea, siempre logra destacarse mejor en las películas que la alejan de las típicas comedias que suele protagonizar. Acá está muy bien como la mujer que pasa de ser una buena esposa y madre a capa mafiosa sin perder una cuota de sensibilidad necesaria.
Tiffany Haddish en su primer gran protagónico del cine es a nivel actoral el punto más flojo del film y eso que tiene un personaje que termina definiendo mucho de lo que sucederá en la película. Andrea Berloff desde el minuto uno de la que es su ópera prima (en la que suena “It's a Man's Man's Man's World”: “Es un mundo de hombres, pero no sería nada, nada sin una mujer o una chica”) se encarga de acentuar una mirada feminista.
No sólo tenemos a mujeres que pronto se mostrarán fuertes e incapaces de dejarse dominar por un mundo que espera de ellas que sólo sean madres y esposas, sino que acentúa cada uno de los machismos, desde el pequeño e imperceptible en su momento, hasta los que van más allá y derivan en golpes que dejan marca y no sólo visible.
Más allá de una premisa que siempre puede resultar atractiva y de contar con un elenco interesante, el problema principal de “Las reinas del crimen” son las constantes vueltas y peripecias que tornan al film poco verosímil. Un film que quizás con una propuesta estética más marcada y arriesgada podría haber funcionado mejor ya que el resto de los elementos los tiene ahí sobre la mesa.
“Las reinas del crimen” es un film entretenido y violento pero que no logra generar un mayor impacto. Su tono realista le juega en contra al mismo tiempo que presenta un mensaje bien claro pero una narración que no puede evitar hacer aguas. Se agradece de todos modos que una película de acción, más allá de su fuerte impronta feminista, haya podido ser dirigida por una mujer, que los estudios hollywoodenses apuesten a poner un poco del dinero que ganan en manos del trabajo femenino.