Stoker es de esas propuestas inesperadas, sorprendentes y difíciles de clasificar que de vez en cuanto tenemos la sorpresa de disfrutar en nuestros cines.
Este primer thriller en inglés rodado por el director coreano Park Chan-Wook (el mismo de “OldBoy”) tiene tantos logros estéticos y narrativos que merece ser disfrutado en pantalla grande y no en la comodidad del sillón hogareño. Con una estética deliciosa, un bello trabajo de fotografía e inquietantes actuaciones por parte del trío protagónico (Mia Wasikowska, Matthew Goode y Nicole Kidman), Lazos Perversos incomoda, atrae y cautiva.
En día de su cumpleaños dieciocho, India Stoker pierde a su padre en un accidente automovilístico. Inexpresiva, retraída, poco comunicativa y para nada afectiva, India y su frívola madre Evie reciben en el funeral al tío Charlie, hermano del difunto jefe de familia. Tanto o más excéntrico que sus parientes, Charlie esconde un terrible secreto que se irá develando con el correr de la historia.
No todos reaccionarán a la verdad del modo en que una persona aparentemente convencional lo haría, pues claro, los Stoker no son la típica familia normal.