En el estilo de John Hughes y Richard Linklater “Le Nouveau” sigue la vida de un adolescente parisino en la difícil tarea de construir su grupo de pertenencia.
La ópera prima de Rudi Rosenberg no escatima sentimientos agridulces para traducir la experiencia adolescente a la pantalla grande. La euforia del primer amor y el primer dolor, y la amistad como red contenedora.
Benoît (Réphaël Ghrenassia) es “el nuevo” en la escuela. Allí trata de hacerse amigo de los chicos populares, el rechazo lo llevará a descubrir su nuevo destino y su lugar en el mundo. Siguiendo el consejo de su tío, da una fiesta para toda la clase, a la cual se presentan sólo tres personas: el raro Joshua (Joshua Raccah) Constantin (Guillaume Cloud-Roussel) que están constantemente tratando de armar un coro, y Aglaée (Géraldine Martineau) otra “nueva” en la escuela.
Contada desde el punto de vista de Benoît y sus intentos de socialización, en un ámbito donde ser aceptado e integrado, es una cuestión de vida o muerte, se nos permite descubrir una pequeña galería de personajes secundarios, que a puro carisma terminan acaparando la película. El guión deja de lado deliberadamente al mundo adulto, el único adulto presente es el “inmaduro” tío Greg (Max Boublil) que será quién termine uniendo al grupo de freaks y geeks.
“Le Nouveau” es intencionalmente vaga en su temporalidad, sólo hay unas pocas referencias a las redes sociales que nos muestran que el relato está sucediendo hoy. Una historia sobre los horrores de las interacciones sociales de la escuela secundaria, los primeros besos y la lealtad, una temática universal que, sin embargo, el film mira desde un lugar distante en su acercamiento tierno e idealizado de una realidad donde el racismo y otros problemas sociales son cosa de todos los días. Para bien o mal “Le Nouveau” tiene un tono naturalista, no realista.
Sin juicios de valor, y sólo hablando de la construcción de un grupo de amigos, la historia no intenta hacer de Benoît el héroe, sus acciones confusas y terrenales se sienten tan naturales que por momentos el film parece un documental. Hacia el final “Le Nouveau” muestra que el miedo a la marginalidad social a veces acomoda las cosas en el lugar correcto.