Hal Jordan (Ryan Reynolds) es un experimentado piloto aéreo que se gana la vida probando nuevos desarrollos creados especialmente para mejorar el equipamiento bélico de Estados Unidos. Tras una prueba que casi termina en desastre, una noche es abducido por una veloz luz verde que lo deposita a los pies de una nave intergaláctica: dentro de ella un guerrero del cuerpo de Linternas Verde le explica que su destino está en unirse a esta fuerza espacial para defender al universo de Parallax, una amorfa criatura que se alimenta del miedo de sus presas y que amenaza con destruir el balance perfecto entre planetas.
Hal es el primer humano en ser reclutado para esta misión y junto con la ayuda de su colega y compañera de entrenamiento Carol (Blake Lively, Gossip girl) deberá enfrentar sus propios temores para no desmoronarse frente a Parallax y ayudar a los otros 3600 linternas verde a salvar el universo.
Bajo las órdenes de Martin Campbell (Casino Royal), llega por primera vez a la pantalla grande este personaje surgido de las páginas de DC Comics y que jamás, salvo como parte del equipo de la Liga de la Justicia, había tenido la chance de estar en el centro de la escena. Reynolds y Lively están más preocupados por verse bien en pantalla y demostrar lo atractivos que son para sus respectivas plateas, que en componer personajes sólidos… algo que en definitiva no importa demasiado aquí. La acción es constante, salvo por una pequeña meseta en la cual no sabemos hacia dónde se dirigirá la historia, y hace honor a un personaje del que poco conocemos. Contar el surgimiento de un superhéroe desde su génesis no es tarea sencilla, y sin llegar a ser el mejor ejemplo de cómo se logra hacerlo, este debut protagónico de Linterna Verde tampoco decepciona del todo.