El terror científico de Jessica Hausner
"Little Joe" (2019) , nueva película de la austríaca Jessica Hausner, la directora de las muy logradas "Lourdes" (2009) y "Amour fou" (2014), se mete con el género del terror científico a través del tema de las mutaciones genéticas.
Hay una manera despojada (¿austríaca?) de narrar, de encontrar espacios gélidos, de que los actores desgranen las líneas de diálogo que da lugar a una construcción que resulta perfecta para el misterio (a veces, incluso, el horro) y, por la particularidad de esos tiempos, también el humor.
Eso se notaba en Lourdes, donde la visión de los ritos religiosos intrigaba tanto como movía a la risa; y más aún en Amour fou donde la impronta romántica, en la que el amor no era realmente verdadero si no culminaba en la muerte de los amantes, era tan trágica como cómica. Little Joe se acerca a la ciencia ficción, donde las alquimias de las modificaciones genéticas pueden ser el campo propicio para imaginar la creación de una flor capaz de hacer feliz a la gente.
El juego que se propone coquetea alternativamente con la posibilidad de que esos vegetales modifiquen o puedan controlar de algún modo a los seres humanos (con algo de body snatchers) o que se trate de una construcción paranoide de la protagonista (work-a-holic que poca atención presta a su hijo y que puede ser que se invente esa excusa para ocultar esa conducta). El clima inquieta, y aunque esta película está un poco por debajo de las antes referidas de esta realizadora, el resultado es prometedor.